¿Sabes cuál es el chiste más gracioso del mundo?

Un estudio sobre el humor brindó la respuesta

Elefante en hamaca
 Orla/Getty Images

"Era evidente que el chiste era letal. Nadie podía leerlo y vivir", dice en una parte el relator en "El chiste más gracioso del mundo", uno de los sketches más famosos del grupo británico los Monty Python.

El corto fue emitido por primera vez en el programa Monty Python's Flying Circus en la década de los 70. La breve historia toma lugar en la década del 40. Un hombre llamado Ernest Scribbler piensa un chiste, lo escribe y se muere—literalmente—de risa. El chiste resultó ser tan, pero tan gracioso que mataba a quien lo leía, por lo que se convirtió en un arma de guerra letal.

El proyecto de encontrar el chiste más gracioso

Alrededor del 2001, el psicólogo británico Richard Wiseman, se propuso buscarlo. Con el apoyo de la Asociación Británica de Ciencia, Wiseman creó el proyecto web "LaughLab" (Laboratorio de la risa).

Duración del estudio y cómo se recolectaron los datos

El laboratorio de la risa, fue un proyecto de un año de duración. Para llevar a cabo la investigación, el equipo de la risa creó un sitio web para recolectar los datos. En una sección del sitio, los participantes podían subir su chiste favorito y en otra, sus datos (edad, nacionalidad, etc.). Además, y algo fundamental del estudio, es que la gente podía calificar los chistes que habían subido las otras personas.

Algunas cifras

La página web recibió más de 40.000 chistes que fueron clasificados por 350.000 personas de 70 países distintos (en su mayoría fueron de países anglosajones). Se registraron alrededor de 1.5 millones de clasificaciones.

El chiste ganador

"Dos cazadores están en el bosque cuando uno de ellos se desmaya y cae al piso. No parece estar respirando y sus ojos están vidriosos. El otro saca su teléfono y llama a los servicios de emergencia.
Cuando una voz de mujer lo atiende desesperado grita: 

- ¡Mi amigo está muerto! ¿Qué puedo hacer?
La operadora lo calma y le dice:
- Te puedo ayudar. En primer lugar, vamos a asegurarnos de que tu amigo está muerto.

Hay un silencio, y luego se escucha un disparo. De vuelta en el teléfono, el hombre le dice:
- Listo, ¿y ahora qué?".

La broma ganadora de los cazadores fue presentada por un psiquiatra, de 31 años, de Manchester. Según los investigadores, este chiste funciona en muchos países y entre gente de todas las edades y nacionalidades. A veces, los chistes nos hacen sentir superiores a los demás, reducen el impacto emocional en una situación de ansiedad o nos sorprenden porque contienen alguna incongruencia. El chiste de los cazadores tiene los tres elementos.

El chiste que salió segundo

"Sherlock Holmes y el doctor Watson se van de campamento, instalan su tienda de campaña bajo las estrellas y se van a dormir. En medio de la noche, Holmes despierta a su amigo Watson y le dice:
- Watson, mira las estrellas y dime, ¿qué ves?
- Veo millones y millones de estrellas, responde Watson.
- ¿Y qué deduces de esto?, le pregunta Holmes.
- Bien, si hay millones de galaxias y aunque solo unas pocas de ellas tienen planetas, es muy posible que haya planetas como la Tierra allí afuera. Y si existiesen algunos planetas como la Tierra, también es posible que haya vida.
Enojado, Holmes le responde:
- "Watson, no seas idiota, significa que alguien nos ha robado la tienda de campaña".

¿Se pudo encontrar EL CHISTE?

Según el hombre que se atrevió a llevar a cabo la búsqueda científica del chiste más gracioso del mundo, tal cosa no existe. En su libro "Rarología", Wiseman explica que la investigación sobre el humor nos dice diversas cuestiones interesantes, y una de ellas es que la gente de distintas partes encuentra graciosos y se ríe a carcajadas de diferentes cosas. Además, también depende la situación particular de cada sujeto para expresar lo que le resulta más gracioso. Los ancianos, por ejemplo, se ríen de los chistes que abordan la pérdida de memoria y los problemas de audición.

¿El chiste favorito de Wiseman?

"Un perro va a una oficina de telegramas, agarra un papel en blanco y escribe: "Guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau".
El empleado revisa la nota y le dice al can: 

- Aquí hay nueve palabras... Por el mismo precio puede enviar otro "Guau".
El perro replica:
- Muchas gracias, pero eso no tendría ningún sentido".

Fuente: Rarología